marzo 31, 2011

El camino roto

Me hiciste daño, tal vez sin quererlo, acaso ¿eso importa?, no lo sé. Perdí lo único que le daba sentido a mi vida, perdí lo que me hacía sentir felíz, perdí mi mundo y a cambio recibí el olvido, el olvido de todo lo que hice y de todos a quienes conocí. Recibí el desprecio de quienes son el motor de mi vida.

¿Qué me queda? un motor sin rumbo ni dirección. Una vida dedicada a todo, menos a lo que quería ser y lograr. Una vida con cimientos pero sin paredes, quedaron paredes derrumbadas, paredes que tardé mucho en construir y que con un soplo tuyo se vinieron abajo, porque tu traición no solo fue en un sentido, no solo fue hacia una persona, porque tu traición afectó a muchos. Dejaste mi vida con un camino roto y destruiste la meta que estaba a punto de alcanzar.

¿Acaso ese era el fin de todo y al no gustarme, no lo quiero ver? ¿acaso me parece un fin simple, casi miserable o algo que cualquiera puede hacer?

Quería ver la meta a mis pies, quería sentirla y saber qué había adelante, y no lo sabré porque ese camino se rompió sin haber terminado de seguirlo y ahora sin casi emoción alguna, con mucha tristeza, debo buscar otro y desde el sitio en el que estoy no veo uno que me haga sentir el deseo de empezar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario