marzo 03, 2011

Pensando en ti

La primera vez que te vi, pensé en tu estatura, la forma de tu cara y… no me gustaste para nada, no hay más verdad que esa.
Te escuché, te observé y me di cuenta que eras genial haciendo tu trabajo.
Alguna vez me pareciste pedante, sólo un poco; cortante y frío si trataba de hablar sobre temas distintos al que nos debíamos enfocar.
Ha pasado el tiempo y con él, tu estatura, la forma de tu cara, tus zapatos, han quedado tan sutilmente a un lado y en su lugar quedaron tu forma de hablar, tu forma de mirar, la seguridad de tu ser y de tu estar, quedó en mi pensamiento el trato amable, el sutil coqueteo, esos toques tenues y casi ocultos de tus dedos en los míos.
Te veo tan cerca y tan lejos y pienso en lo que deseaba, en lo que encontré, en lo que elegí y en lo que nunca tendré.
Pienso en que no hay oportunidad y no puedo evitar que mis ojos se inunden con unas tibias lágrimas de tristeza y soledad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario